miércoles, 18 de febrero de 2009

Bridget Jones 2: “Sobreviviré”


Dirección: Beeban Kidron.
País: Reino Unido.
Año: 2004.
Duración: 108 min.
Género: Comedia.
Interpretación: Renée Zellweger (Bridget Jones), Hugh Grant (Daniel Cleaver), Colin Firth (Mark Darcy)

Sinopsis: Dado que doy por hecho que vuestros prejuicios no os dejarán disfrutar de esta gran película como se debe, os invito a que durante la misma busquéis parecidos razonables de Bridget con la figura plavi...

Nota del autor: Obviamente, no soy yo el que ha propuesto esta película sin parangón en la historia del cine.

6 comentarios:

Zascandil dijo...

Lo de "sobreviviré" es parte del título de la película. Yo no soy tan optimista...

Zascandil dijo...

Película sin parangón en el menospreciado género de la comedia-romántica. Dicho género ha sido maltratado durante décadas por industria y espectadores, considerándolo un género menor. El cine actual tiende hacia un modelo en el que los sentimientos y las emociones brillan por su ausencia pero, cual oasis en medio del desierto, aparecen películas como Bridget Jones 2. Mediante planos panorámicos de bellos paisajes exteriores y cuidadosos primeros planos consigue crear una un ambiente emotivo en el que el espectador se siente totalmente involucrado, como si fuera uno más de los protagonistas.

En un primer momento nos recuerda, mediante claros guiños, los grandes momentos de lucidez de la primera película de la saga. Pero antes de que el espectador empiece a alarmarse por estas similitudes, la película empieza a tomar vida con un guión que nada tiene que envidiar al anterior.

La película representa la dualidad entre lo bueno y lo malo, que ya nuestros ancestros supieron ver con la creación de Dios y el Demonio. Es precisamente Daniel Cleaver, brillantemente interpretado por Hugh Grant, el que toma el papel de éste último, intentando tentar a la protagonista dando una falsa imagen al mostrar su lado más humano. En el bando contrario, tenemos al genial Mark Darcy, interpretado por Colin Firth, que ya nos encandiló en la primera película y, aunque no posea toda la pasión que Daniel Cleaver expira, representa el lado bondadoso de la dualidad. Además, Colin Firth consigue ocultar toda emoción en secuencias determinadas, lo que le permite jugar al despiste con el espectador, ya que nosotros sufrimos igual que Bridget al no conocer sus verdaderas intenciones.

Y en medio de todo Renée Zellweger en el papel de su vida, de Bridget Jones. La protagonista de esta trama posee una cualidad por encima de todas: carisma. No es difícil sentirse identificado con la patosa y desafortunada Bridget, que en multitud de ocasiones durante el filme se encuentra en situaciones en las que nos hemos visto alguna que otra vez. Además, la genial banda sonora repleta de grandes clásicos, consigue dar mayor emotividad a la interpretación de Renée Zellweger.

En conclusión, es una película que consigue emocionar al espectador sin que éste sea consciente, ya que alterna el drama con la comedia. Mientras visionas la película no puedes dejar de sentir simpatía por sus protagonistas y, al verlos en apuros, deseas con todo tu ser que solucionen sus problemas.
Una película con sentimientos, de las que quedan pocas.

Dicen los comediantes que es
más difícil hacer reír que llorar.
No sé como verán provocar
ambas emociones a la vez.


Anónimo dijo...

Pero bueno???!!!

Benévolo, benévolo es poco.

Tú eres un JUDAS!!

(guiño, guiño)

Zascandil dijo...


Bueno, dejémonos de tonterías y hablemos en serio. La película no deja de ser un calco más de todas las películas de su género, la comedia-romántica. Si ya de por sí todas los filmes del género tienen demasiadas similitudes entre sí, en este caso hay que añadir que es igual que la primera película de la saga. Saga que, por el bien del Cine y de nuestro amigo CompatiblePlavi, esperemos que no continúe.

La protagonista es una treintañera que cree que lo único que le merece la pena en la vida es casarse. De hacerse una tercera parte mostraría lo desilusionada que estaría ésta al ver que la vida tras el matrimonio es igual que antes, aunque con más broncas y menos cama. Si no has visto la película te acabarás de enterar de que al final se casa, pero así ya tienes una razón más para no verla.

Bridget Jones se las apaña en todo momento para que, a pesar de ser empalagosa, celosa, neurótica, ... la culpa siempre sea de los demás. No, de los demás no. De los hombres. Miedo dan estas películas si las nuevas generaciones femeninas las toman como referencia. Luego esperarán que los hombres hagan auténticas barbaridades por ellas (como casarse tras sólo 6 semanas juntos), mientras que ellas se limiten a desconfiar de ellos ("y con razón"). Es el neo-romanticismo: ellas se consideran románticas porque sólo se bajan las bragas si ellos se lo curran hasta niveles enfermizos. Eso sí, ellas no moverán un músculo.
Lo peor es que ya hay más de una (y de dos) así.

La película también tiene claras connotaciones políticas. Bridget debe elegir entre el sobrio republicano Mark Darcy (acojonante cuando defiende que "los pobres son pobres porque quieren serlo") y el dicharachero demócrata y liberal Daniel Cleaver, interpretado por Hugh Grant (que se merece un párrafo para él sólo). Al final queda claro que el liberal Cleaver sólo le dedica buenas palabras pero que en el fondo es un cabronazo que sólo piensa en sí mismo. En el lado contrario vemos al impasible Darcy como el hombre que siempre le es fiel, a pesar de ser un jodido aburrido como persona. Claramente impera el "lo más importante para una mujer es casarse (y tener hijos)" sobre el "vive la vida y ya verás donde te lleva, sin comprometerte con alguien por el mero hecho de no estar solo".

No podría acabar sin mencionar la increíble labor de los dos actores masculinos de la película. Por un lado, tenemos a 'el hombre de un único registro' Hugh Grant, que lo mismo le da ser el primer ministro que un presentador de televisión que él seguirá con su risita estúpida. Es una versión exagerada del papel de histérica de Penélope Cruz, pero muy exagerada. Al menos en esta película su monoregistro concuerda con su papel. Su compañero de reparto Colin Firth consigue que la actuación de Grant se vea con mejores ojos. Qué se puede decir de una persona que tiene menos expresividad que Chuck Norris. Venga ya, para eso poned un maniquí que seguro que sale más barato y transmite más sentimientos.

compatiblePlavi dijo...

Éste es el Zascandil que todos esperábamos!!!Con el primer comentario habías llegado a asustarme...

Sarilla Malibú dijo...

Caballeros si me permiten un comentario, aplaudo las críticas a este despojo de película (ya ví la primera y no me quedé con ganas de más, me imagino que es más de lo mismo) con la cual, por desgracia se identifica una parte del género femenino, a pesar de ser la única mujer tan idiota como para tirarse a su jefe con unas bragas de monja hasta el sobaco, casi.

Vamos, una joyita de tía, llorona, solterona y gilipuertas.

ah, que a gusto me quedé.