La recuperación de la autenticidad de nuestro ser es una cuestión esencial en la búsqueda de la felicidad. Quizá hoy en día nos veamos obligados a ser de un modo cada vez más artificioso y ajeno a nuestro verdadero sentir. Tanto que podemos acabar ruborizándonos de aquello que nos producía alegría y satisfacción. Pero... ¿quién nos presta atención?
Qué más da. Zorba el Griego nos enseñó el valor de la vida, tal y como ésta se nos presenta.
Bailad, muchachos, bailad.
http://es.wikipedia.org/wiki/Zorba_el_griego
viernes, 12 de septiembre de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Parece que en este mundo en el que vivimos todos observamos, todos nos observamos y a la vez nadie lo hace.
Vivimos condicionados al qué diran, y tal vez nadie nos preste antención, tal vez el resto del mundo nunca se ha fijado en nosotros y estamos condicionando nuestra forma de ser a algo que realmente no existe;la valla que limita nuestra libertad cada vez se acorta más, y lo triste, es que somos nosotros mismos los que acortamos nuestro espacio.
Publicar un comentario