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Año: 2006
Género: Ficción
Duración: 137 minutos
Director: Manuel Huerga
Reparto: Daniel Brühl, Tristán Ulloa, Leonor Watling, Ingrid Rubio, Leonardo Sbaraglia
Guión: Lluís Arcarazo
Fotografía: David Omedes
Productor: Jaume Roures
Música: Lluís Llach
Sinopsis: Durante las postrimerías de la dictadura franquista, un grupo de inspiración anarquista, el MIL (Movimiento Ibérico de Liberación), se embarca en una serie de atracos a fin de conseguir fondos para sus actividades de oposición a la dictadura. Salvador Puig Antich es uno de los jóvenes idealistas que forman parte del grupo. Aunque menospreciados en un principio, la policía finalmente se toma en serio al grupo y trata de desarticularlo.
En una operación destinada a detener a los miembros aún en activo del grupo, un confuso tiroteo finaliza con la muerte de un joven guardia civil y la detención de los militantes del MIL, entre los cuales Salvador Puig Antich, también con heridas de bala, es acusado de haber matado al guardia civil. Juzgado por un tribunal militar, con numerosas irregularidades, entre las que se encuentran la desaparición de pruebas, es sentenciado a muerte (hecho en el que influye el reciente asesinato del hombre fuerte de la dictadura, el almirante Carrero Blanco). Deseoso de mostrar su fortaleza, el régimen sentencia a muerte a Salvador, el cual es ejecutado mediante garrote vil.
www.salvadorpuigantich.info
1 comentario:
Continuamos con el Ciclo Daniel Brühl mediante el visionado de Salvador, de Manuel Huerga. Éste nos cuenta la historia de Salvador Puig Antich, miembro del MIL, de forma rápida y sin mucha continuidad. Desconozco si era porque la mitad de los diálogos eran en catalán (no subtitulados) y captaba la mitad de las cosas, pero el director no es capaz de profundizar en los propósitos del grupo terrorista y dibuja unos personajes muy estereotipados, siendo todos los revolucionarios muy buenos y todos los policías muy malos.
Es sólo en la segunda parte de la película cuando ésta cobra vida, como si todo lo anterior fuese simplemente una excusa del director para llegar al punto en el que tiene a su protagonista a la espera de su ejecución. Es ahí cuando la película cambia radicalmente, desde ese momento hasta el final pasamos del campo documental al drama sentimental, con un mayor enfoque en los sentimientos de los personajes y con mucho mejor resultado. De todas formas, la historia de amistad de Salvador con el funcionario de prisiones parece demasiado utópica, aunque desconozco si será cierto o no (ha habido críticas por su falta de veracidad).
Es en esta parte cuando somos conscientes de las barbaridades del régimen franquista, desde la brutalidad de los policías hasta la ejercida en el modo en el que se realizaban las ejecuciones, así como la falta de libertad en general, ejemplificada en la prohibición de usar el catalán. También abre un interesante debate, parecido al que abrió Los edukadores o V de Vendetta, sobre hasta que punto es lícita la violencia para combatir a un régimen violento, pero me encuentro incapaz de responder a ello debido a (afortunadamente) no haber vivido ninguno.
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