sábado, 13 de septiembre de 2008

El neotestamento

Abrióse el cielo y el Jésus (con tilde, sí, porque él lo vale) dijo:

«Háganse los muñecos de peluche para uso y disfrute carnal de mis discípulos, hasta haberlos desgastado»

Y así se hizo su voluntad sobre la Tierra. Y el Jésus vio que era bueno, tan bueno que su mayor discípulo se enganchó a ello. Tanto que el osito acabó pidiendo piedad:


El Jésus prometió ayudarle, pero también dijo:

«Si el amor le hace feliz, a quien amar es lo de menos (*), aunque este sea un muñeco de peluche»

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