miércoles, 1 de octubre de 2008

Los jóvenes españoles se emborrachan para perder la vergüenza y ligar más

Si ves que tu hijo empieza a bajar el rendimiento escolar, cada vez habla menos en casa o tiene comportamientos agresivos desmesurados saca la lupa y pon medidas. Es posible que las fiestas del fin de semana le estén afectando más de lo normal y pueda tener problemas graves con el alcohol. Así lo refleja el último estudio que analiza el consumo de bebidas alcohólicas entre los más jóvenes, basado en las 23.000entrevistas a menores de 12 a 18 años de toda España.

Y es que lejos del porcentaje de la Unión Europea (Eurobarómetro) que sitúa a los españoles adultos entre los europeos que realizan un consumo de bebidas alcohólicas más responsable (con un 95% de la muestra), casi uno de cada diez menores que ha realizado la encuesta (un 8%) confiesa emborracharse más de treinta veces al año. Situación que ya no deja de lado al sector femenino, siendo ellas las que más se emborrachan en la actualidad con más de 54%. Un dato muy negativo si tenemos en cuenta que perjudica más a las chicas que a los chicos.

Nuestros jóvenes estan merdiendo las herramientas de socialización y por eso recurren al alcohol.

Lo hacen para perder la vergüenza y poder relacionarse con más libertad, ligar más, desconectar de la semana de trabajo y hacer un microclima de amigos al margen de la vida real. "El uso desmesurado de las nuevas tecnologías (el ordenador, el iPod...) esta haciendo que nuestro jóvenes estén perdiendo las herramientas de socialización y que acudan a estimulantes para potenciar las pocas que tienen.

Además, el hecho de no ser discriminados del grupo tiene mucho peso hoy día y hace que muchos se inicien", explicó a 20 minutos Francesc Xavier Altarriba autor del libro Adolescentes y alcohol: claves para comprender a tus hijos y que analiza la situación en España.

La mayoría se inician con el Botellón

Además, la inmensa mayoría (el 67%) dice consumir alcohol de forma habitual. Es decir, beber más de dos fines de semana al mes aunque sin llegar a emborracharse. Se inician con el botellón (21%) y las bebidas que han probado la inmensa mayoría son el cava o el champán (69% de los encuestados), los licores (65%), los combinados (62%). Los primeros coqueteos con el alcohol comienzan a los 13 años y empiezan a ser habituales de los 14 a los 16.

¿Que os parece?

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No son solo los españoles, en Portugal no te imaginas como anda el tema! Las copas de fin de semana ya son una religion...

Anónimo dijo...

Ya no es que resulte vergonzoso, sino que es triste que los valores que estamos transmitiendo a las nuevas generaciones sea que necesitan drogas como el alcohol para ser aceptados por sus grupos de iguales.
¿Qué tipo de sociedad estamos creando donde los adolescentes interpretan que esto es lo correcto?
Creo que tanto padres como educadores deberíamos empezar a plantearnos un cambio, porque si esto sigue así l@s niñ@s dejarán de ser niñ@s y serán adultos en miniatura con problemas de comportamiento y socialización. (Por lo que no quiero imaginarme que clase de adultos serán el día de mañana)

"Cuando algunos padres se preguntan por qué su hijo no les ha salido como esperaban y por qué adopta formas de conducta tan insólitas, habrá que preguntarse en qué momento de su crecimiento empezaron a surgir incoherencias y cuándo se malinterpretó el sentido común. No es cuestión de sentirse culpable y lamentar las equivocaciones cometidas, sino de valorar lo que ha ocurrido y reflexionar sobre cómo recuperar el buen camino" ("Cuentos para antes de irse a dormir." Dr. Eduard Estivill y Montse Domènech)

Haiku dijo...

La nuestra es una sociedad que desconoce la ética como posibilidad de realización personal. La ética así entendida hace referencia a un modo de vida de acuerdo a una serie de valores que tienen como factor común el logro de una mayor libertad individual. Hay quienes piensan que el hecho de elegir consumir les hace poseedores de una mayor libertad respecto de aquellos que no consumen. Considero que la libertad que manejan estos jóvenes es muy limitada, puesto que apenas conocen otras posibilidades de vida y con ello, son ajenos a un mayor abánico de elección personal. Además, están tremendamente condicionados por los modelos en los que basan este tipo de decisiones, si consumir o no, etc. Estos modelos, cada vez más presentes en los medios y en la vida cotidiana, proponen un estilo de vida que sólo favorece a quienes se enriquecen con ello.

Toda esta ignorancia conduce a la dependencia de agentes externos para lograr una felicidad, o una sensación de completud personal artificial y efímera. Yo lo llamaría "la ilusión de lo divino" (y me he quedado de un a gusto...).

¿Otra vida es posible?

SÍ.

Seamos consecuentes, y prediquemos con el ejemplo.

Jaime dijo...

¿Qué novedad supone? A estas alturas ya tenemos el "culo pelado" de ver como la chavalería se pone hasta arriba de alcohol (y otras sustancias) a imagen y semejanza de sus padres, vecinos, parientes e ídolos televisivos.

Empecemos por la ética personal y dando ejemplo y así se percatarán de que hay otras alternativas de ocio. Si siguen erre que erre, habrá que comenzar a tomar medidas disuasorias impopulares del calibre de elevar los precios o similares.